Escasez relativa
El punto de
partida de esta exposición no es una teoría, sino una sensación: toda
abundancia genera su propia carencia. Lo que falta no son imágenes, sino modos
de ver.
[ La pregunta no
es cómo producir más, sino cómo seguir mirando.]
No sobran imágenes,
sobran las mismas imágenes.
El valor
simbólico se erosiona; la abundancia se vuelve indistinción. La producción
constante genera una nueva forma de carencia: la escasez de singularidad.
Trasladada a la experiencia contemporánea, la ecuación se invierte: no hay
carencia de signos, sino una carencia de diferencia.
[No es
distinguirse, sino coexistir. ]
Coco González y
Francisco Cintolesi, ensayan modos de encuentro, de atención compartida.
La tensión entre
la imagen y el objeto como territorios de negociación. Entre el exceso y la
ausencia, entre el gesto íntimo y la circulación pública.
Ambos construyen
un espacio donde la saturación no es el problema, sino el punto de partida: una
forma de pensarse dentro del ruido.
De insistir en el
encuentro, de ensayar comunidad a través de la imagen.
Funcionan como
ecos, como interrupciones dentro del flujo continuo de signos.
[No falta nada: lo
que falta es saber encontrarse.]
La exposición
reúne obras, objetos y fragmentos que conviven en un territorio saturado.
El montaje no
ordena; propone un espacio donde las relaciones importan más que las
jerarquías.
Una microeconomía
del encuentro, donde el valor no se acumula: se comparte.
Cada diálogo,
cada gesto, instala un pequeño desajuste en la economía simbólica de lo
visible.
Las obras como
fragmentos que respiran juntos.
[ No pretende
organizar el exceso, sino experimentarlo ]
Hay una práctica
que se sabe atravesada por las mismas lógicas que interroga.
La exposición no
busca producir claridad, sino densidad. Un terreno donde las preguntas importan
más que las respuestas.
En este contexto,
la escasez ya no se mide por cantidad, sino por intensidad: por la capacidad de
una imagen de permanecer, de incomodar, de no ser reemplazada por la siguiente.
Porque quizás lo
escaso, hoy, no sea la producción, sino el gesto que interrumpe la repetición.
Y en esa pausa, en esa pequeña anomalía, podría comenzar otra forma de mirar.
[Alguien ya lo
tiene todo, mientras que alguien ya no tiene nada.]
¿Crítica? No.
Ensayo, juego, desborde: un experimento. Un intento por devolverle valor al
gesto compartido, al proceso antes que al resultado, a la conversación antes
que a la mercancía. Un modo de pensar en voz alta, una conversación expandida,
una manera de seguir haciendo cuando la teoría parece agotada. Una invitación a
experimentar, a jugar con los egos, a crear con los amigos. Es una propuesta
colaborativa, una mirada vinculante.
[Es gestionar la
creatividad en vez de la frustración ]
La escasez
relativa se vuelve, entonces, una estrategia. Una forma de resistencia ante la
inflación simbólica del presente. Un intento por volver a mirar sin la promesa
de la originalidad, pero con la curiosidad intacta.
Aquí, la
saturación no es un ruido externo, sino una condición interior: una forma de
ver aprendida, un hábito perceptivo.
Queremos todo: lo
asociativo, lo colectivo, lo incierto.
Expectantes de lo
que viene, atentos a lo que sentimos, observadores del sistema: queremos entrar
y jugar.
Macarena Cacciuttolo Aragón.
Es difícil imaginar que la vida tiene que ver con
accesos, con puertas o portales que se abren o cierran. Descubrir el lenguaje,
la forma o la imagen es un asunto que a Coco González le ha interesado siempre
desde el dibujo o la pintura. No porque sea una disciplina que se elije como
vocación profesional, sino que como una forma instintiva de sobrevivir a la
propia emocionalidad, como una forma de reconocimiento del territorio en el que
se habita: callejeando, a la deriva o en la pisadera de una micro. Así,
monumentalizado el momento de soledad en la ciudad de los accesos temporales,
va Coco González, coleccionando imágenes y cosas diversas en Latinoamérica,
intentando leer o reconocer el léxico para sobrevivir entre las cosas y las
personas, porque en tiempos de distopía, parece que es lo único que queda por
hacer.
Los objetos, las imágenes, los dibujos que se pegan de palabras, donde las palabras y las cosas construyen su propia arquitectura de ciudad porteña o liminar, hundida hacia arriba o hacia abajo, cima o sima. Habitar CABA temporalmente, es continuar con la fuerza y condena del existir a través de lo expositivo que se va pulverizando, y con ello, pulverizando la posibilidad de que todo patrimonio sea una promesa y una exigencia de eternidad. Se vive porque se expone, y estar en CABA es la misma imagen de persistencia de la memoria residual, viga a viga, ladrillo a ladrillo, para entender el desnivel y su relación con el agua, y los baños de ayer, que ahora, son un continuo, un fluir de imágenes materiales y digitales que se superponen.
Coco González, llegó a habitar temporalmente a CABA, recordando la forma del lugar, sus paredes, sus ventanas antiguas, las vigas maestras y menores, los ladrillos; abajo, el suelo que revela arqueológicamente la ciudad bajo la ciudad, las excavaciones que se convierten en plataforma de memoria, en soporte para imágenes viajeras que el artista ha recolectado por más de 10 años. Para ser soporte y vitrina de objetos viajeros, se necesita que las cosas del mundo vengan desde lejos, de Canarias o México, de Santa Cruz o La Paz, para ser depositados en pequeñas calicatas, muestrarios de la arquitectura fundacional de Valparaíso, que ahora son vistos, porque Coco activa los lugares con lunares o puntos de colores, para ser mirados como objetos que portan objetos, leves signos materiales que crecen ante la emoción.
Belleza y horror en el paso del tiempo que esta vez, permanece impávido, temeroso, porque la física de la existencia se desgasta, porque llegar a la mirada de otros es una aventura incierta y colaborativa, porque Coco, con dibujos, manchas y objetos intenta atravesar el puente de comunicación que media en cada gesto artístico, lanzando la botella al mar, una y otra vez. En este sentido, la práctica artística de Coco González reivindica la idea de la colaboración, a diferencia del darwininismo social, las palabras intercambiadas, los objetos de la colección en viaje, las imágenes de otros, reivindican la colaboración mutua que proponía el biólogo y teórico anarquista ruso, Piotr Kropotsky en contra de la competencia y el triunfo de los más aptos propuesta por Darwin.
En este silabario, imagen y palabra construyen un mundo que se expande a través de la activación de muros, esquinas, suelo y cielo de la sala. El video del fondo de la galería porteña muestra el esforzado intento por llegar a la otra orilla, proponiendo la unidad básica del léxico de sobrevivencia, instalando la esperanza como práctica utópica del que avanza con un mensaje, que con humor y lucidez, atraviesa el océano de incertezas hasta alcanzar la orilla de la sensibilidad de otras y otros.
DESPERTÉ LLENO DE PRESAGIOS: UN VIAJE ESPACIAL DE AFECTOS Y
EFECTOS
Ramón Castillo Inostroza. Santiago de Chile. Septiembre / 2025
Coco González es un
creador, productor, editor y reciclador de imágenes propias y de otros: la
misma necesidad de recuperar las imágenes contiene al mismo tiempo su
extinción, ya no sólo como ícono, si no como materia, como cuerpo exclusivo.
Desde la pintura al óleo y gráfica ha realizado por más de 30 años, obras que
son retratos y autorretratos de la vida cotidiana, social, cultural y política
en Chile. Produce imágenes desde el quehacer pictórico que le viene dado de su
formación universitaria en la UCH, y con ello, todas las certezas y sospechas
respecto del conocimiento adquirido, y al mismo tiempo transformado en el
propio camino. Las imágenes de Coco González se conciben en este punto de
tensión entre la reificación aurática, reponiendo ante nosotros el imaginario
de obras que merecen cierta atención por afecto, por lo intelectual o por lo
inquietante; y en el otro extremo es un iconoclasta que trabaja con las
imágenes gastadas y vaciadas por efecto de la compulsión tecnológica y medial,
y por los diferentes soportes en los que han existido temporalmente.
Desperté lleno de presagios congrega imágenes-biografema, “seres con vida propia” que marcan los trayectos de la vida personal y colectiva. Son seres que han perdido la clase y el origen, y ya no importa si son de alta o baja cultura, ya que todas comparecen de la misma forma ante las pantallas, eso las torna desjerarquizadas, desconsagradas, viralizadas, reapropiadas, recortadas y editadas, que en el ejercicio plástico de Coco han sido materializadas, desmaterializadas y rematerializadas. Como si recordar y recortar imágenes fuera también un desprendimiento, una renunciar, para dejar que los códigos y los mensajes de estas obras, a través de nuevos cuerpos tuvieran otra oportunidad para habitar la contemporaneidad sin pedestal, deslocalizadas, repintadas, borroneadas y regresadas sin autor exclusivo a una nueva existencia.
Los cinco ámbitos en los que se distribuyen las cerca de 140 obras, objetos de colección y videos, son de distintas formas, imágenes-materia viajeras, que, en la exposición, repasan con humor, acidez y ternura, imaginarios personales, colectivos y colaborativos de la cultura occidental, de distintos contextos, momentos y lugares que se predisponen a partir del título de cada sala, y por lo tanto pueden ser leídos y vistos como parte un silabario cultural cada vez más expandido y en permanente transformación. Se destaca la colaboración con palabras y objetos de los amigos y amigas del artista, como de la colaboración como editores de los videos de Gonzalo Medel y Alex Letelier, y el aporte significativo del video-del artista y realizador de Bolivia, Harold Céspedes, con su pieza Disco de piedra (2024).
Si bien la totalidad de la exposición es un llamado de atención y de esperanza para recuperar la capacidad de soñar, hay gestos de recomposición social-emocional que son utilizados en general como método y metáfora del mundo mejor que propone Coco González: en este caso, la colaboración de amigas y amigos que enviaron la primera palabra que se les venía ante presagios. El resultado fue una nube de palabras que ahora están grafiteadas, junto a una serie de pinturas sobre tela, cortinas de casa y en el muro grande de la sala, una serie de obras sobre papel que están organizadas como una sola pieza, se trata de imágenes que nos dan la espalda por diversas razones, Sobre el bien que no se nota, que es de algún modo la banalidad del bien, o lo poco relevante de la ética en un contextos distópicos, para lo que Coco construye diagramas, fuera de marco y regla, con pigmentos, palabras pintadas, repisas y objetos recolectados.
Aquí hay una segunda colaboración, esta vez al público general, invitado para que aporten con un objeto para las repisas que hay dispuestas en el muro, activando esta colección itinerante, que en las próximas exhibiciones en Chile y el extranjero, irán tejiendo nuevas audiencias y contextos. Al fondo del pasillo, el mantra “har, har, har…” anuncia con humor y tenacidad el ingreso a la próxima sala.
Nada más elocuente y profundo que presentar en el contexto de las imágenes y objetos viajeros la mini pieza Disco de piedra o Ajayu, realizada por el video-artista boliviano, Harold Céspedes. En este, de un único disco de cerámica que ha quedado de testimonio en el Museo de Oruro, se aprecian una serie de fragmentos de piedras y objetos viajeros, a las piedras en el mundo andino se les llama “abuelas” porque viajan contando historias de la tierra y de los seres vivos. En este caso, el disco patrimonial gira y va fusionando los objetos en un mismo movimiento, es el sentido de estos discos de piedra que se realizaban cuando las personas se reunían ritualmente, y cada uno y una llevaba un testimonio de su región. Luego, estos fragmentos se unían sobre un disco de arcilla fresca, que, al terminar el encuentro, se rompía en señal de continuidad del camino sin regreso: un presagio de futuro.
DEL ROSTRO A LA MÁSCARA, Juegos, Ocultamientos y Alteraciones de la
identidad.
Del 20 de abril al 11 de agosto del 2024, el Festival Internacional de Arte Contemporáneo ART.MO regresa en una edición especial, respaldado por el Proyecto de la Fundación Francis Naranjo y Fugaz Arte de Convivir, con el apoyo del Gobierno de Canarias. Estarán presentes 14 países representados por 46 artistas bajo la curaduría de Francis Naranjo, Juan Peralta y Antonio Guzmán.
Justamente nosotros, como seres sociales,
utilizamos máscaras todo el tiempo frente a un otro. Es parte de nuestra
capacidad como seres humanos vernos en la necesidad de disimular nuestro estado
de ánimo, nuestras preocupaciones, inquietudes, miedos, rabias, alegrías,
nuestras tristezas... Y así como en la antigüedad un actor se ponía la máscara
y se transformaba asumiendo su personaje para actuar, en la actualidad,
uno puede estar atravesando deplorables situaciones de miseria y, sin embargo,
se muestra ante los demás portando la máscara de la alegría.
Desde que nacemos, nos formamos como
individuos al tener nuestro primer contacto con la sociedad que son nuestros
padres. A través de ellos somos "moldeados" bajo ciertas
características particulares, aprendiendo a velar, ocultar o disimular,
nuestras acciones y formas de pensar según las circunstancias. De manera
simbólica, nos enseñan a ceder un poco, sea parcial o totalmente, mediante la
adopción de la máscara de la prudencia, el ocultamiento o el disimulo,
dependiendo de las personas o situaciones en que nos encontremos. Sin embargo,
esto nos enseña como parte del sentido paterno o materno que, estar bajo alguna
máscara (sea quien sea) se convierte en una estrategia de defensa fundamental
para uno mismo.
Todos en algún momento de nuestras vidas nos hemos puesto
una “máscara” como autodefensa en cuya situación extrema, nos lleva a caer en
el autoengaño hasta el grado de perder la esencia personal, un nivel de
alienación que puede conducirnos al olvido de quienes somos en realidad. El
cerebro le dice a la mente cansada “¡ya no puedo más con este juego engañoso!”
y comienza a creer firmemente que la máscara ya no es una máscara sino decide
adoptar ese o esa representación.
El arte y el tránsito de la
visibilidad y la invisibilidad
Esta propuesta proyecta desde las expresiones
contemporáneas realizar una mirada urgente y crítica al agudo fenómeno
migratorio que se presenta en estos procesos de alteración y transfiguración
del individuo.
En el presente contexto mundial, la pandemia, las crisis
económicas, los desastres naturales, las guerras, las movilizaciones y
migraciones, las transmisiones culturales, entre otros, constituyen causales
poderosas que vienen promoviendo estas alteraciones identitarias que conllevan
a su vez, a manifestaciones hibridas.
Una mirada crítica a través de diferentes
soportes artísticos es proyectada a interactuar en torno al tema de las
personas que viven y sufren aventuras extremas, perdiendo en muchas ocasiones
su propia vida. Entre esos soportes artísticos, no sólo vamos a contar con
obras creativas desde el plano audiovisual, escultórico, fotográfico y documental,
sino que estarán presentes otros elementos que han formado y siguen siendo
parte de la historia y la cultura de esas personas que viajan hasta nosotras y
nosotros.
Por tanto, uno de los elementos que constituye
la base de esta muestra y que posee gran sentido simbólico y una enorme fuerza
artística, es la máscara. La máscara que como elemento de expresión cultural se
halla presente en todas las culturas y ha transitado el tiempo portando
tragedias, ironías y esperanzas, conteniendo visiones desde lo histórico social
y psicológico, dando cuenta de la idea de la identidad múltiple bajo el sentido
de la diferencia.
Extensiones hacia la otredad
Un elemento paradójico en la muestra es el
intento de reconocer a ese ser que ha transitado desde el anonimato a través de
la historia social y cultural, buscando un reconocimiento y con ello, la
construcción de un mundo mejor. Esos chicos y esas chicas cargan en sus
identidades, su destino y personalidad, la fuerza de esos miles y millones de
máscaras hechas por sus culturas; máscaras que también, al igual que ellos y
ellas, han sido expoliadas desde la acción colonialista saqueadoras de sus
riquezas, sus prácticas culturales y sus propiasvidas, sometidos bajo el sistema esclavista que se mantiene
hasta el día de hoy, bajo estructuras hegemónicas de poder.La máscara, entregada, expoliada, vendida o descubierta,
entronca también como la dimensión artística profunda de aquellos pueblos. Esta
muestra quizás aporte también, al diálogo sobre las discrepancias y malentendidos
entre visiones diferentes del arte.
La máscara contemporánea ahora es otra cosa, habla de
hipocresía, de ocultamientos, de miedos, engaños y por qué no también, de
estrategias decolonialistas. La exposición pretende utilizar esos enfoques tan
diferentes de expresión artística, contenida en un mismo objeto y su
simbología, quizás ambigua o descontextualizada en la actualidad; pero en todo
caso, unida a esas almas que navegan en días de calor inmenso y en noches
gélidas y oscuras: la máscara migrante viaja junto a sus almas.
El proyecto expositivo de Coco
González (Chile) posee un formato colaborativo e itinerante. Se trata por lo
tanto de una exposición que va cambiando según la fisonomía del país, los
encuentros y colaboraciones, y el contexto en el que se desarrolle. Estas transformaciones
tienen que ver con el sentido doble de la Fantasía a la que nos invita a
experimentar. Por una parte, la fantasía como imaginación y creación, como la
necesaria forma de escapar del lugar, del presente, y alcanzar el futuro, o
incluso el pasado, haciendo existir una expresión, una imagen o una obra que
parecía imposible. En otros casos, la fantasía se experimenta como
contradicción con la realidad, como delirio, y por lo tanto, susceptible del
sufrimiento y la desesperanza.
La Fantasía entonces ha sido un ejercicio de conciencia y juego creativo esperanzador, que ya tuvo un momento de existencia en la Fundación Francis Naranjo en Las Palmas de Gran Canaria, España, en el año 2022. Ahora, se presenta en Nube de Santa Cruz de la Sierra, bajo la forma de un diálogo expansivo entre el lugar y sus habitantes. La invitación al realizador y artista Harold Céspedes (Bolivia), para presentar un video titulado Rompemos para recordar (7 minutos, 2023), hace llegar a Nube la tradición altiplánica del llevar una “abuela” o piedra del lugar de origen y juntarla con las piedras de otras personas sobre un disco de greda que al finalizar el encuentro se rompe.
En esta oportunidad, las obras (pinturas, esculturas, objetos y videos) de Coco González, emergen como ventanas o manchas en la pared que revelan diversos orígenes encontrados, imaginados, fantaseados, apropiados y reelaborados desde la conciencia o el delirio. Desde las obras del año 2018 hasta las más recientes, se reconoce una visualidad que oscila entre las imágenes de los propios procesos, ya revisados y actualizados de sus obras anteriores, y ahora, más explícitamente con imágenes de la contingencia local, como si la realidad se hubiese tomado por asalto su mirada y afectos. Sus obras recorren distintos ámbitos del arte, la cultura y la política, pero también se desliza hacia ámbitos misteriosos donde la Fantasía encuentra su lugar más pleno y desinteresado a la vez. La pintura es un arte de luces y sombras entre las que ha encontrado su lenguaje visual. Su habla viene a ser una reacción vital a veces instintiva, en otros deliberada de unos imaginarios sin militancia estética, que se pegan a la retina, a la conciencia, al corazón o al estómago.
Su fuerza expresiva, sin concesiones ni correcciones le viene del instinto de vida en medio de tiempos difíciles en lo personal y en lo colectivo. De ahí, que, si bien es un artista formado y lanzado a la escena desde fines de los 80, en medio de la dictadura y llegando a la democracia en Chile, desde ahí en adelante ha trabajado con imaginarios lúdicos, punketas, convulsos, con pasajes dolorosos, con búsquedas y derivas, que han convertido su pintura en una bitácora colectiva.
Fantasía es una bitácora de viaje de Coco González, que se construye y lee en varias direcciones, donde habitan la abundancia de experiencias creativas y colaborativas, de imaginarios populares que sintonizan en la búsqueda de un mantra, de un sonido común que se reitera, que llega, que cala, que nos conecta, que cura, desde un reinventado presente. Desde la pintura, el audiovisual, la instalación y los diálogos locales, el artista se intersecta con otras sabidurías y formas de vida como si fueran semillas que se intercambian para nuevos-antiguos cultivos que se llevan para el viaje.
(Ramón Castillo
Inostroza/Curador/Marzo, 2023)
FANTASIA: REALIDAD, SUEÑO Y
ARQUITECTURA
La pintura es un arte de luces y
sombras entre las que ha encontrado su lenguaje Jorge González Lohse (Coco
González). Su habla viene a ser una reacción vital a veces instintiva, en otros
deliberada de unos imaginarios sin militancia estética, que se pegan a la
retina, a la conciencia, al corazón o al estómago.
Su fuerza expresiva, sin concesiones
ni correcciones estéticas ni protocolos, le viene del instinto de vida en medio
de tiempos difíciles en lo personal y en lo colectivo, incluso no es fácil
distinguir si lo que le acontece en pintura es un asunto individual. De ahí,
que, si bien es un artista con formación universitaria y lanzado a la escena
desde fines de los 80, en medio de la dictadura y llegando a la democracia en
Chile, desde ahí en adelante ha trabajado con imaginarios lúdicos, convulsos,
con pasajes dolorosos, con búsquedas y derivas delirantes, que han convertido
su pintura en una bitácora colectiva: leemos en los sentimientos visuales a l@s
otr@s.
Se pinta para no morir de aburrimiento
ni de hambre, se pinta para sobrevivir, y en ese camino urgente por ampliar la
voz sensible, Coco González ha disipado las tinieblas historiográficas a partir
de un centenar de proyectos de gestión y autogestión, de exposiciones
colectivas y proyectos editoriales que han circulado tanto en Chile, como el
extranjero.
Los últimos puntos marcados en la
bitácora de viaje de Coco González, lo sitúan en las últimas décadas en
distintos momentos y lugares, y algunas veces, simultáneamente en Bolivia,
Paraguay, Chile, Ecuador y México. De ahí que la exposición Fantasía, es un
proyecto nómade que se concibe como una ofrenda de esperanza con los lugares,
sus imaginarios y sus gentes. La aspiración por alcanzar un estado de fantasía,
ya no parece un asunto que se resuelve en la utopía de proyectos modernizadores
o globalizantes, aquí se cambia de escala, y en el “persona a persona”, “mirada
a mirada”, se construye la posibilidad de salir del encierro al que nos ha
llevado demasiada realidad pandémica y post pandémica.
Fantasía para Coco González es la
abundancia polifónica, de muchas y muchos que desean algo mejor en sus vidas,
de experiencias creativas y colaborativas, de imaginarios populares que
sintonizan en la búsqueda de un mantra que desde los pulmones aspira a la
felicidad. Har, Har, Har, Har, Har!!!…es un coro de voces energéticas que
señalan el espíritu de la cruzada afectiva y relacional en la que se encuentra
el artista.
Desde la pintura, el audiovisual, la
instalación y los diálogos locales Coco González ha iniciado un viaje hacia
otras sabidurías y formas de vida como si fuera un cazador-recolector de
semillas que se intercambian para nuevos-antiguos cultivos.
Ramón Castillo.
Santiago de Chile.
Julio 2022.
El pintor es una especie de visionario, que debe dejarse llevar por las imágenes luminosas y oscuras, por el furor del azar o de una compleja articulación de memorias, deseos e impulsos que actúan para que caiga una imagen sobre la pantalla, y luego, a través de alguna tecnología visual convertirla en pintura.
Coco González Lohse, desde la caverna callejera y del taller actual en el barrio Yungay. Desde la propia bóveda craneal, proyecta imágenes en la plenitud de su iconicidad contra la tela o la pared. Algunos paisajes, pintados o de memoria, personales o colectivos, se vienen cristalizando en diversos soportes desde mediados de los años 80, y en este caso, en la actualidad urgente y desafiante que vivimos, la serie de obras es una reacción visual, una respuesta o una pregunta enmudecida, de pocas palabras.
Las imágenes de este informe del presente, llegan como precogniciones, como conocimientos cuyas claves se nos escapan por la obviedad de su enunciado, o porque están registradas en una metapintura, aun en estado de ceguera, que se entreteje entre las imágenes y la arbitrariedad aparente de su elaboración. Imágenes callejeras, de los medios o del arte, conviven en tanto vistas previas, con las propias imágenes, esas que aún no circulan, que están ahí, agazapadas en alguna parte de los afectos o fobias, a punto de no pertenecerles al autor.
Ni el gestor ni el relacionador público que habitan en Coco Gonzalez Lohse podrán impedir el oscuro destino de las escenas y las palabras pintadas. Esa es la condena del mensajero: da lo mismo si las pinturas apelan a la realidad, a la pesadilla o a la fantasía. El pintor deambula velozmente de ida y vuelta, Entre héroes y tumbas, a través el centro de Santiago, la red virtual, por las propias imágenes que persisten o decaen, experimentando una insoportable levedad que a la vez lo deslocaliza.
¿De qué habla pinta Coco? De la necesidad de vivir y expandir los chispazos de lucidez, por fuertes que sean, entre la risa y el llanto. Es el secreto de esa humanidad que se pinta y dibuja en el diagrama que convierte a la pared de la galería en otra pieza de colección: lo que conecta, la contigüidad, las relaciones entre los bordes, los temas que se multiplican en la propia mirada que sigue los hilos de esta nueva trama visual.
Coco González Lohse pertenece a una generación dislocada y recompuesta desde los ochenta, poseedora de un vitalismo resistente y con la propia vida expuesta, vaciada, desde la honestidad de quien despierta después del trasnoche y vuelve a comenzar.
Ahora, tristísimo y alegrísimo Coco, agradecemos el que nos asistas a un tiempo del mirar cada vez más obtuso: “demasiada realidad” - nos repites-. Déjanos escapar alegres por un momento a través de tus breves y entretejidas pinturas, dibujos y objetos.
Sala LEVE, es un nuevo espacio de difusión y
participación creativa pensada en el corazón de la ex fábrica textil Caffarena, ella ha cobijado desde hace seis años una potente producción creativa, la
casa de tres pisos nació gracias a la visión de Beatrce Di Girólamo, Sebastián
“ TAN “ Vargas y Sebastián Maquieira, cobijando en sus dependencias diversos
talleres de artistas chilenos.
Sala LEVE , es un nuevo lugar de exhibición que nace
de la iniciativa de los artistas Sebastián Maquieira , Tan Vargas, Coco Palma y
Cristián Silva-Avaria y es parte de la energía producida al interior del segundo piso de sus
dependencias, el trabajo en nuestros laboratorios creativos ha hecho que
busquemos otras maneras de mostrar y mostrarnos nuestras obras, Sala LEVE nace
en esta necesidad de poder compartir nuestro quehacer creativo extra a nuestros
talleres, iremos en nuestra temporada de exposiciones exhibiendo mes a mes en
desarrollo creativo de los creadores integrantes del lugar, iniciamos nuestro
ciclo de muestras con el pintor Jorge “Coco “ González Lohse, en esta ocasión
inauguraremos en asociación de Isabel Croxatto Galería , de la cual el artista
es parte de su staff de artistas.
Coco González Lohse,
mostrará en nuestra primera exposición, la segunda parte de su trabajo en
progreso “ La Tierra Prometida “ cuya primera etapa fue mostrada en Madrid
durante el mes de Junio gracias a la cooperación de Isabel Croxatto Galería y
Galería Nueva, en esta segunda etapa el artista despliega una serie de diversos
formatos y objetos que investigan sobre esta tierra por venir, sobre ella el
artista nos dice…
Vivimos en un momento histórico en el que el tiempo ha adquirido múltiples
velocidades, en que las problemáticas sociales, religiosas, económicas,
políticas éticas y estéticas han cobrado nuevas energías y nos hacen vivir en
un estado utópico y distópico a la vez.
Somos parte de un
mundo que hemos poblado de imágenes y de palabras, en donde los sueños, las
esperanzas y los proyectos han estado en constante crisis y cambios .
Desde ese lugar miro el devenir con mi pintura
, para mí ésta sigue siendo un testigo de su época, busco una pintura
austera, pequeña, de viaje, como para recordar lo que se debe recordar.
Las obras que conforman el proyecto de ” La Tierra prometida “, tienen la doble
intención de denunciar y de presentar, haciendo testimonio de las energías que
nos mantienen alertas y los anhelos que queremos cumplir, si bien son paisajes
o recuerdos de ellos de mis viajes a lo largo de Chile, no se sabe si son
reales, imaginados o soñados, tienen la luz de un tiempo sin tiempo, congelado
en su propio instante, que cuestiona constantemente no a lo no cumplido, sino
más bien interroga a lo que haremos con y en nuestro planeta, la vida con
nosotros.
La exposición estará abierta entre el 2 y el 28 de
Septiembre de lunes a viernes de 11.00 a 20.00 hrs. Previa cita al número +569 302 500 15 , CUETO
370 Barrio Yungay, Santiago-centro.
La EOD MAAC y el Museo Nahím Isaías del Ministerio de
Cultura y Patrimonio presentan La exhibición “Los Dominios Recuperados”
(Revuelta Vitalista). Con esta muestra el museo reabre sus puertas el miércoles
11 de noviembre a las 11:00 con la presencia
del Cónsul de Chile en Guayaquil, Sr.
Manuel García Rey-Coll. Luego de ser
pospuesta por la emergencia de la pandemia en marzo del presente año 2020, las
obras que habían arribado y estaban en la bodega del Museo.
Los Dominios Recuperados (Revuelta Vitalista), curada y
organizada por la curadora cubana-alemana Dermis León, consiste en una muestra
invitada a itinerar al Museo NahimIsaias en Guayaquil, Ecuador y posteriormente
al Centro de Artes Visuales Museo del Barro en Asunción, Paraguay y el Centro
Cultural Matta en Buenos Aires. La exhibición consistente en pintura,
instalaciones, fotografía, video-proyección, documentales-entrevistas y un
gabinete de ediciones de grabados. Presenta por primera vez a un conjunto
relevante de artistas chilenos formados durante la década de los 80 e inicios
de los 90, los que han sido nombrados parte del movimiento de la Revuelta
Vitalista por la curadora.
Los Dominios Recuperados (Revuelta Vitalista), ofrece una
perspectiva actual de la escena artística contemporánea chilena, al mismo
tiempo que contextualiza y dialoga con nuestros pares ecuatorianos y
paraguayos, potenciando el diálogo cultural entre los países de la región. La
exhibición, presentada originalmente en el Museo de Artes Visuales ( MAVI) de
Santiago entre marzo y mayo del 2019 con el nombre de “Los Dominios Perdidos”,
con un éxito de público de 12.000 visitantes, espera ser presentada,
primeramente, en el Museo NahimIsaias de Guayaquil, Ecuador (11 de
Noviembre-Diciembre 2020); y posteriormente, al Centro de Artes Visuales Museo
del Barro en Asunción, Paraguay y Centro
Cultural Matta en Buenos Aires en el 2021.
El grupo de artistas que exhibirán por primera vez en el
exterior como grupo, forman parte de una generación contestaría y esencial en
la formación de jóvenes artistas en la democracia, posterior, de los años 90s.
Los artistas seleccionados son: Carlos Araya ‘Carlanga’, Víctor Hugo Bravo,
Ciro Beltrán, Rodrigo Cabezas, Jorge “ Coco “ González Lohse, Klaudia Kemper,
Sebastián Leyton, Claudia Peña, Malu Stewart, Mario Soro, Bruna Truffa, Enrique
Zamudio, Paula Zegers, más una selección de obra fotográfica de Max Donoso,
Jorge Brantmayer y una pieza gráfica de video de Luis Navarro. , para dar
conocer sus obras y fortaleciendo la imagen de Chile, se contribuye a la
creación de una cultura dialogante en países Latinoamericanos como Ecuador,
Paraguay y Chile con sus escenas contemporáneas de arte.
Junto a la colaboración de la Universidad de las Artes, se
presentará una publicación, apoyada por la DIRAC y el Consulado de Chile en
Guayaquil.
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El Turista - Coco González Lohse | Virtual Tour from Isabel Croxatto Galería on Vimeo.




Proyecto curado por Francis Naranjo, con residencia y exposición en VVestudio,
Diciembre 2014 Enero 2015
2013-2014
LA RUTA TRASNOCHADA MNBA

GRACIA DIVINA SALA GASCO 2013


El proyecto YERROS construye un organigrama global de propuestas disímiles, que son periferia dentro de las propias producciones individuales, retazos, fragmentos procesuales, ensayos y apuntes que en si mismo no construirían un corpus, son vaciados a un conglomerado colectivo, sumando conceptos y formas a la re-construcción colectiva de una bitácora que transita en parte una historia subjetiva del espacio y una posibilidad subversiva de consagración de la propia historia en el contexto, sobre Caja Negra.
YERROS pretende mapear con el tilde frenético de la incertidumbre y la maledicencia, los campos desechados de un acontecer fuera de marco, deshabituado a los conductos legales de posicionamiento, instalando una visión foránea del “hacer resistencia”, manera que normalmente rearticula un mercado histórico-político afectado por una reverberación vacua que permite sostener y proyectar toda ficción de contingencia avanzada reponiéndola mas allá de una época histórica contextual.




JUGARRETA CCPLM 2011

La obra instalativa de Jorge González Lohse, Provincia señalada, El mal y Gabinete del coleccionista –parte del proyecto Modelos para el Comportamiento-, se nutre del imaginario gráfico y lingüístico del Chile reciente para mostrarlo como un campo en disputa, bombardeado desde sus inicios por diversas influencias políticas, sociales y culturales a nivel local y global. El juguete, en palabras del propio artista, funciona en la serie como un puente de comunicación, un lazo emocional y una posibilidad metafórica. El objeto es presentado como un motor de la nostalgia, así como el contenedor de una memoria colectiva en construcción.

www.artishock.cl/2011/06/jugarreta-once-visiones-en-torno-al-juguete
MI MUNDO PRIVADO EN GALERIA MORO 2010

www.galeriamoro.cl
CASA PAMPERO FUNDACION. SANTIAGO , CHILE. 2008

ver mas en http://casainoxidable.blogspot.com/
El trabajo realizado para la invitación de PAMPERO FUNDACION, es un homenaje al trabajo llevado a cabo por el Colectivo Inoxidable-Neopop entre los años 2005 y 2007, conserva la energía colectiva, la falta de firmas, la acumulación de trabajos y la investigación sobre las visualidades doméstica, la intervención se realiza entre Diciembre 2008 y Marzo 2009.

HE VISTO CRECER MI PELO. GALERIA MORO.SANTIAGO,CHILE.2008

VISTAS GENERALES Y ALGUNOS DETALLES DE LA EXPOSICIÓN.
AGRADECIMIENTOS ESPECIALES A GONZALO MEDEL Y CESAR SCOTTI.










LOS OCHO DIAS DE LA SEMANA. Políptico de 200x 400 cms. técnica mixta sobre tela. 2008.


HE VISTO CRECER MI PELO Y TODO SE TRANSFORMA. Videos armados especialmente para la muestra.
para ver más http://www.galeriamoro.cl
APUNTES PARA LA CONQUISTA. MUSEO DE LA SOLIDARIDAD SALVADOR ALLENDE. SANTIAGO, CHILE. 2008.TRIPTICO, CADA OBRA MIDE 150 X 150 CMS. MAS TEXTO A MURO Y OBJETOS A PISO.




STGO SOUVENIR, SALA DE LA ESCUELA DE ARTE DE UNIACC. SANTIAGO, CHILE. 2007.

ver SANTIAGO SOUVENIR




NO POP ,lo menos pop posible, GALERIA MORO. SANTIAGO, CHILE. 2007.
ver http://www.galeriamoro.cl




MODELOS PARA EL COMPORTAMIENTO. GALERIA TRECE. 2005. PROYECTO LLEVADO A CABO GRACIAS AL APOYO DE FUNDACION ANDES.













ABECEDARIO. PIEZA DE 29 PINTURAS DE 50X50 CMS. TECNICA MIXTA SOBRE TELA. COLECCION POLINCAY.




























OTRAS MUESTRAS





























































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